No queda otra que ¡lanzarse!
Seth Godin explica cuál es el principal obstáculo para un emprendedor. La gente creativa tiene gran facilidad para generar ideas pero suele fallar a la hora de llevarlas a cabo. Los lagartos tienen un cerebro mucho más básico que el nuestro. Sólo poseen la amigdala cerebral que se encarga de prevenir mediante emociones básicas como el miedo o el hambre.
El cerebro humano se compone de tres partes, una de las cuales es la amígdala. Trabajar de manera creativa supone poner en marcha partes del cerebro mucho más complejas. El emprendedor, el creativo o el freelancer se sienten a gusto así, creando.
Pero llega el momento del lanzamiento de esa idea al mundo y surgen innumerables dudas. Faltan detalles por pulir, elementos que no funcionan bien del todo, algunas críticas que nos hacen dudar. Es el momento mágico donde nuestra adorada idea, trabajada durante tanto tiempo, deja el astillero para adentrarse en el océano.
A veces el cerebro puede ser nuestro enemigo
La principal misión del cerebro del lagarto es avisar del riesgo que estamos a punto de asumir lanzando una señal de miedo que nos paraliza. Cada vez que el escritor se dispone a lanzar su novela, el inventor su patente o el emprendedor su negocio, habla el lagarto y dice: “se van a reír de mi”, “¡menudo lío en el que me estoy metiendo” y nos engañamos con alguna excusa tonta.
Normalmente nos tranquilizamos organizando una nueva reunión, una nueva revisión, y el lagarto vence asegurando que la semana que viene estará todo listo para el lanzamiento.
Que no te secuestren tus ideas
Daniel Goleman lo llama “secuestro amigdalar” para explicar cómo nuestra conducta no es adaptativa cuando nos paralizamos en los momentos decisivos. Aquí prevalecen las emociones sobre el raciocinio y actuamos de manera ilógica o asistemática.
A los creativos les sobran ideas. Lo único que necesitan es ¡Ejecutarlas! Clic para tuitearLa gente creativa no necesita ideas. Necesita, en palabras de Godin: “un cerebro de lagarto más silencioso”. Desde aquí te animo a que te lances. El que no se lanza se equivoca siempre. El que se lanza se puede equivocar pero aprende de los errores y tarde o temprano acaba acertando.
El que no se lanza se equivoca siempre Clic para tuitearLleva a cabo tu idea pase lo que pase
En el bestseller de la gestión del talento “Making Ideas Happen” de Scott Belsky se pone de relieve este ejemplo del cerebro como una imagen que ilustra una regla muy sencilla: la creación de ideas supone solamente el 1% del proyecto, llevarlo a la práctica es el 99% restante.
Es cierto que la biología tiene una presencia muy fuerte y que la tendencia natural no impulsa a arriesgar. Quedarse en la famosa “zona de confort” no arregla nada.
Desde aquí te animo a ganar confianza en tus propios talentos mediante el compromiso:
- Comprométete contigo mismo
- Comprométete a lanzar la idea al mercado pase lo que pase.
- Comprométete con la sociedad
Como dice Belsky:
Debemos elegir nuestros proyectos con sabiduría y ejecutarlos sin remordimiento